TOSHIRO YAMAGUCHI LLUVIA INFINITA

SALA C

Del 30 de enero al 18 de febrero de 2020

Toshiro Yamaguchi

1956 – Nace en Okayama (Japón).

1978 – Se gradúa de la Universidad de Bellas Artes de Musashino (Tokyo).

1982 – Se traslada a Madrid, donde reside desde entonces.

1993 – Talleres en el Círculo de Bellas Artes de Madrid

(José Guerrero, Lucio Muñoz, Soledad Sevilla y otros artistas)

2004 – Simposio Internacional de Arte Sianoja, Noja, Santander

«Pintar cuadros es el acto más sencillo y más fundamental mediante el que uno puede expresar la esencia más profunda y rica del ser humano. El terreno de caza de la belleza se encuentra en la profundidad del espíritu. Sin embargo, el material llamado pintura sólo se transforma en el cuadro mediante lo físico del pintor. Trato de alcanzar al terreno de caza del espíritu, que es a la vez mi cuerpo, mis brazos y mis entrañas, es decir, que todo mi cuerpo lucha y se reconcilia con un temible contrincante que es la pintura.»

http://espaciotao.wix.com/toshiroyamaguchi

Lluvia infinita

Últimamente pienso que ese “instante” en que estoy produciendo mi obra no es un método de trabajo sino que es un objetivo por sí mismo.Estos últimos años lo intuía vagamente, pero cuando realmente lo supe fue durante mi estancia en Japón esta primavera.En ese momento, yo estaba de pie en un puente arqueado que se encontraba en frente de la  puerta de un templo.Se veía el palacio principal del templo zen, borrosamente entre el arbolado, y a través del aire húmedo me llegaba una recitación del Sutra y desaparecía con el olor de las hierbas.

De repente noté que aparecían y desaparecían ondas en el agua del estanque que se encontraba a mis pies, en el agua fluyen los colores de las carpas, y las gotas de agua bailaban con forma de esferas sobre las hojas del loto.“Está lloviendo.”Pero, ¿realmente la lluvia se ve?¿Podríamos recortar la forma que tiene la lluvia?¿Qué hay de los ríos y las nubes? ¿Podemos presentar la totalidad de ellos de forma inmediata?Incluso aunque retratásemos cada instante suyo a través de decenas de miles de fotos, eso no es la “Lluvia».Podemos notar que es “lluvia” a través de su constante aparición y desaparición en el tiempo, sin un antes y un después no se podría reconocer. Es más apreciable cuando la lluvia y el río tienen mucho movimiento.Entonces, ¿qué pasaría con un cuadro o una novela?Es cierto que, un cuadro o una novela son a primera vista unas meras manchas de colores sobre el lienzo, o una colección de letras sobre el papel.

Y sólo con ello es imposible captar todo el significado de ese cuadro o esa novela instantáneamente.Toman forma, cuando empezamos a dedicar tiempo a perseguir visualmente sus colores, formas o letras.Ese acto consciente de persecución visual aparece por momentos y desaparece a la misma vez.No se puede encontrar ningún significado en esos mismos momentos.No son momentos ni positivos ni negativos, sólo existe la realidad tal como es.Y con el tiempo, el conjunto del cuadro o de la novela va emergiendo en la mente. Es un proceso en el que las conciencias individuales capturadas a lo largo del tiempo frente a nuestros ojos se van relacionando entre sí, y nos lo hace reconocer como un cuadro o una novela. “Existir” significa “cambiar”, y el mundo existe porque hay cambios. La lluvia es también la superposición del “ahora”, que son esos momentos que están en constante cambio. Se podría decir que, como los objetos observados están en constante cambio, se puede apreciar el paso del tiempo. El sonido que sonó hace un instante, el que suena en este mismo instante, y el que vendrá se relacionan y se juntan en tu interior, formando una melodía.

Igualmente, nuestra vida se va componiendo como si se tratara de una gran melodía, ya que es una acumulación de los “instantes“ que vivimos cada momento. Por lo tanto, el significado real de “Vivir” podría decirse que es la confrontación del mundo, eliminando los estereotipos que generan el uso de las palabras como elementos definidores e impositivos de la realidad. Si desde el principio, decimos “Esto es un cuadro, esto es la lluvia”, estamos poniendo etiquetas y por lo tanto, perdemos la sensación de sentir, y el significado real del “cuadro” y la “lluvia” que podría haber tenido para esa persona, desaparece.Eso significa que simplemente se está diferenciando el mundo de manera individual. Del mismo modo, al colorear o trazar líneas con el propósito de realizar (expresar) alguna imagen que tienes en mente de antemano, se podría decir que ese «ahora» se convierte en un mero medio, y no en una vivencia real. Entre momento y momento en los que pinto un color o trazo una línea, es cuando están ocurriendo los cambios.Me dejo llevar por eso. Entonces ese mundo que no podía prever empieza a “aparecer”.El momento de ahora no es un ahora fijo, sino que es el ahora que hace que siga existiendo el mundo a través de sus infinitos cambios en el tiempo. Cuando no haya más cambios, el tiempo dejará de existir, y no tengo duda de que el mundo también desaparecerá.

 

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