Exposición “Germinaciones” de Raquel Mora en la Sala C Verde del CEART, del 11 de noviembre al 12 de diciembre.
Raquel Mora nace en Aranjuez, Madrid . Desde pequeña vive bajo la influencia de su abuelo, técnico del cine y pintor que le enseña a dibujar del natural animales y plantas de su entorno. Este hábito es el estímulo de lo que serán sus estudios superiores en Ciencias Biológicas, Bellas Artes y Cerámica.
Germinaciones
Le preocupa el significado que se oculta tras las formas de los objetos o de los seres vivos. Estudio su física y sus procesos biológicos desde un punto de vista plástico y esto abre la posibilidad de un mundo nuevo en el que los parámetros se intercambian y un hongo puede comportarse como un collar, el musgo puede tener movilidad y la paja derretirse.
Cuando hablamos de formalismo hablamos de movimiento, humedad, peso, velocidad, sonido, hablamos de tacto, pero creo que ante todo desvelamos viejos misterios y jugamos a crear otros nuevos.
Desde hace unos años su interés se ha trasladado al mundo de lo microscópico. Utiliza los estudios relacionados con la ecología o la microbiología para comprender la dimensión más prosaica del ser humano, aquello que nos conforma y que por su tamaño ignoramos, pero que sin embargo influye decisivamente en nuestros comportamientos sociales y emocionales.
Esta exposición recoge varias series que conectan entre sí por su acercamiento a los procesos de fertilidad y paciencia de una semilla. La serie Burgess Shale futuríbilis representa un juego en el que imagino qué habría sido de todas aquellas criaturas que se encontraron en el yacimiento de Burgess Shale, pertenecientes al Cámbrico y que luego no desarrollaron un tipo como otras que nos han llevado a ser lo que somos.
Me divierte y estimula mi imaginación (espero que la del espectador también) crear personajes y jugar con su posible desarrollo formal pero también cromático miles de años después de su eclosión.
Con series como De qué se alimentan las semillas o Orgánico fragmentado acudo a las manifestaciones microscópicas que albergan nuestra piel y entorno y que tras una mirada sigilosa desvelan imágenes que me recuerdan paisajes , extensiones habitadas por seres que no reconocemos pero que nos descubren otras anatomías, otros vínculos y formas de organización pero que sobre todo nos redimensionan, como cuando contemplamos el cosmos.
La instalación cerámica recoge varias piezas de estas series y un conjunto de series nuevas, en las que la cerámica dialoga con los clásicos de la Pintura destacando sus aspectos más orgánicos y carnales.
