Exposición de Ángeles Cutillas «INTERFERENCIAS» SALA C ROJA del 10 de junio al 25  de julio 2021.

Ángeles Cutillas,

Fue en Granada, en la universidad, en un trabajo de fin de carrera con la pintora Rosa Brun, donde Ángeles Cutillas (Granada, 1978) cambió los pinceles por los hilos de colores y empezó a indagar en los vericuetos de una nueva forma de pintar que la llevó a convertir sus cuadros en una ventana abierta a la abstracción, a la geometría, a la tecnología digital y, al final, a las interferencias que, a diario, entorpecen al tiempo que mitigan nuestra realidad.

Y es que quizá sea la serie Interferenciassu trabajo más rotundo hasta la fecha. Son cuadros realizados con hilo de nailon sobre tablero de DM en los que la artista une la pintura y el trabajo artesanal en una pieza bien construida que atrapa al espectador por el magnetismo de los colores brillantes y por la extraña luz que parece irradiar el hilo. Además, el juego geométrico de rayas y cuadros formados con los hilos producen un efecto hipnótico que recuerda a los juegos ópticos del Op Art de Victor Vasarely o a algunas obras del japonés Mitsuo Miura. Porque a pesar de no haber pincel ni óleo en estos cuadros, la pintura está ahí. Trabaja con hilos de colores pero el resultado de sus cuadros no es muy distinto al del óleo sobre lienzo. En ellos está la esencia de la abstracción de Mark Rothko, de su admirado compatriota José Guerrero o de las mallas de Manuel Rivera. Está también la imagen de la ventana como elemento tradicional en la Historia de Arte, la composición como la de una pintura geométrica y la línea como esencia, principio sin final.

Aunque todos estos nombres, estilos y referencias nos sirven en un primer momento para aproximarnos a su trabajo, luego hay que dejarlos a un lado porque las obras de Ángeles Cutillas llevan firma propia. Son piezas originales que respiran por sí solas y que nos acercan a un arte joven, nuevo, del que rápidamente queremos saber más, imaginar nuevas derivas que sin duda están por llegar.

En cuanto a la técnica, hay mucho de artesanía en el mejor sentido del término, en lo que significa de pieza trabajada con las manos, de laboriosidad y de paciencia. La referencia al trabajo textil que las mujeres han tenido durante siglos está también en estas piezas. En cada uno de estos cuadros la artista utiliza unos 15.000 metros de hilo de nailon de vivos colores con los que “teje” o envuelve la tabla de DM en tramas horizontales y verticales.

Pero el trabajo artesanal es sólo una de las patas sobre las que se sustenta su trabajo. El título, Interferencias, nos da la segunda clave. El entramado de los hilos crea una imagen difusa, como de interferencias en una pantalla. Lo digital, lo electrónico, queda así unido a lo manual. Asimismo, la pintura a la escultura: porque el cuadro excede sus límites habituales para jugar con el espectador, con su percepción de la profundidad de manera que no sabe si está delante o detrás de esa ventana. El resultado es un trabajo minimalista, cuidado y limpio. Una pintura sin pintura.

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