Es una instalación de carácter inmersivo compuesta de 6 paneles de 1,5 x 1,5 m. cada uno componiendo un espacio de 9 m de largo en la zona central de la sala, entre columnas. Esta posición hace que se visione desde distintos puntos del centro pudiendo interactuar con ella.
Consiste en una cascada de luz, dinámica y variable que modifica su tono en distintos campos de color que van del azul al verde para dar lugar a los efectos que se producen cuando las partículas solares chocan contra las de la atmosfera, con las que el viento solar interactúa para dar lugar a estos colores, las moléculas de oxigeno para los verdes o el nitrógeno para los tonos azules, dando lugar a este fenómeno denominado comúnmente Auroras.
Esta instalación nos habla del cambio climático, de la recreación de un efecto atmosférico que por causas humanas se encuentra cada vez mas en peligro de observación.
A su vez nos traslada a un espacio físico recogido de introspección en el que reflexionar acerca de toda una serie de fenómenos que están siendo alterados por el comportamiento humano. Fenómenos que dentro de pocos años sólo podremos observar de manera virtual.
Es una intervención poética en el espacio que nos habla de atrapar lo imposible, de los sueños, de la posibilidad real o propiciada de que sucedan las cosas, de estar en el momento oportuno y de disfrutar la naturaleza como algo que podría ser efímero.
Esta instalación nos ofrece la oportunidad de tener una experiencia real del color aditivo de la luz en un entorno no natural a través de toda una sinfonía de luz y color que nos llena de magia y energía en una intervención de gran carga plástica, poética y visual.
La obra interactúa con la luz ambiental y se hace mas visible en ciertas condiciones de la sala como son la oscuridad al igual que en la naturaleza los fenómenos se muestran en determinadas condiciones atmosféricas.