SALA B – DEL 10 DE MAYO AL 17 DE JUNIO DE 2012
El sino de todo creador no es otro que el de seguir creando… (así como el del inventor es seguir inventando y el del destructor seguir destruyendo). El de Ricardo Moraga , como creador de ilusiones, es el de continuar ilusionando y el de proporcionarnos motivos para que, a través de su pintura, hallemos nuestro propio rincón de esperanza y ese necesario refugio de seguridad que nos transmite su pintura y la fe ciega con que la desarrolla y la plasma.
Esa fe en sí mismo es la que le otorga la capacidad de encontrar el equilibrio entre la sutileza de su mano al guiar el paso del pincel sobre la tela y la poderosa contundencia de sus texturas oxidadas. Un pincel que casi no deja rastro, pero que impregna nuestra retina con la fuerza de los mismos sentimientos que le guiaron en la creación.
La versatilidad de Moraga le hace capaz de consensuar secuencias de hiperrealismo, con contundentes áreas corroídas donde el artista agudiza una sorprendente y espontánea gestualidad. En sus obras, la solvencia de la realidad se contrapone con la abstracción de singulares y sugerentes metales oxidados. Diríase que el artista redime su capacidad creadora en estas zonas de incorpórea abstracción.
http://ricardomoraga.blogspot.com.es/
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