SALA B – DEL 25 DE OCTUBRE AL 3 DE DICIEMBRE DE 2006
Creadas desde las raíces del aire, desde ese soplo sutil e intuitivo que nos permite sentir y ser, las esculturas de Carmen Baena invocan, de manera equilibrada y armónica, las formas y funciones básicas de la naturaleza. Nos devuelven a todos esos lugares habitados que, como dice George Perec, nunca abandonamos.
Sus piezas constituyen espacios compactos en los que coexisten materiales de procedencia natural y artificial, y en los que se hace uso de un lenguaje hermético y conciso que le ofrece al artista la hondura psíquica necesaria, para desarrollar una reflexión en torno a la memoria, al tiempo y a los problemas esenciales del hombre. Le aseguran, a pesar de la aparente frialdad y serenidad de los trazos y materiales con los que esculpe y modela, un hecho de capital importancia tanto en el proceso como en el resultado creativo: la primacía de los sentidos y de los instintos más básicos.
ANA SANTOS PAYÁN
https://carmenbaena.wordpress.com/
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